Por Juan Tomás Valenzuela
Otra vez Héctor Guzmán
se vuelve a lanzar al ruedo,
enarbolando aquel credo
que lo hizo charlatán.
Vuelve otra vez con el plan
de hacerse el incomprendido,
el promulgador de ruido
de la cuadra de Miguel,
que se arrodilló a Leonel
y al perverso del ungido.
Vuelve otra vez la teoría
de que nadie, sin Miguel,
puede ascender al poder
cómo está la cosa hoy día.
Que ellos tienen la energía
para armar la contraoferta,
en esta aventura incierta
del proyecto reelección,
y que está en disposición
de aceptar cualquier oferta.
Opinó este chantajista
que Luis, en este momento,
no tiene los elementos
para un plan reeleccionista.
Que es bastante lo que dista
de la cruda realidad,
y que es Miguel, en verdad,
el que acumula los votos,
para que ese plan piloto
llegué firme a Navidad.
Con ojo de buen cubero,
este burlador de oficio,
recurre de nuevo al vicio
de farsante y pesetero.
Dispuesto a darle al primero
que se interese en su oferta,
las llaves de aquella puerta
por la que no pasó el ñú,
cuando el penco Trucutú
fracasó en primera vuelta.
Juan de los Palotes
15 febrero 2023